miércoles, 16 de mayo de 2012

Capítulo 4: Fuego en el muelle


He aquí mi visión de los hechos que sucederán la noche del día 8 de septiembre. Tal cual vienen en el libro, parece demasiado narrativo. Más que añadir contenidos, lo que he hecho es ordenar todo para adaptar la narración a mi estilo de juego.
La última cena...( en el Hotel)
Estamos a 8 de Septiembre, es de noche, y han pasado varias horas desde el funeral del Comandante Douglas. Se ha hecho todo lo que se ha podido. Salvo por algunos pequeños detalles, la expedición está lista para zarpar.
El profesor Moore hace este anuncio cuando los miembros de la expedición se hayan reunido para cenar:
"Señores, salimos mañana con la marea de mediodía. Salvo sus pertenencias, parte del combustible y algunas cosas que a última hora hemos añadido a la lista de provisiones, toda la carga está a bordo del barco. Deseo darles las gracias a todos por el buen trabajo que han hecho."
"Todo el personal de la expedición deberá subir a bordo esta noche inmediatamente después que hayamos terminado de cenar. Recojan sus cosas, a partir de esta noche, dormiremos a bordo del barco."
"El Primer Oficial Turlow tiene la lista de los camarotes que le hemos asignado a cada uno, así que tan pronto como hayan terminado de hacer las maletas y estas sean subidas a bordo, serán libres para disfrutar de una última noche en la ciudad."
"Estamos muy contentos con su trabajo. Gracias por haber trabajado tan duro durante estos días. Si estamos listos para zarpar, a pesar de todos los inconvenientes, es gracias al trabajo de todos ustedes."
"Intenten retirarse temprano, nos vemos a bordo."
Después de las palabras de Moore, Starkweather brindará con toda la expedición. "caballeros...¡Por el éxito!".
En el barco
Anochece en el puerto de Nueva York. El Gabrielle, con todas sus luces encendidas, destaca en mitad de la creciente oscuridad. La tripulación trabaja bajo las luces. Desde la calle se pueden escuchar los gritos de los hombres y el sonido de las grúas.
Respirando el aire fresco de la noche, los personajes llegan a la puerta del muelle 74. El guardia, con sus gestos familiares, comprueba sus identidades.
"Les echaremos de menos. Buena suerte en el sur, amigos." Les desea a modo de despedida.
(deberán llevar su equipaje a través de las vías y subir la pasarela hasta el barco).
El movimiento de las grúas en las alturas es constante. Están cargando bidones de color amarillo brillante. Grupos de estibadores trabajan en el pañol del muelle y en sus alrededores, transportando los bidones hasta el lugar donde una grúa los recoge de cinco en cinco. En la cubierta y las bodegas, los marinos y los estibadores trabajan asentando la carga. Tres de las puertas del pañol del muelle están abiertas, justo las que están enfrente del Gabrielle.
La escena es ruidosa y confusa. Los grupos de trabajadores se comunican a voces por encima del ruido de la maquinaria y el metálico arrastrar de los bidones.
En la pasarela, los investigadores se encuentran con un miembro de la tripulación que los conduce hasta el interior de la superestructura. Paul Turlow, el primer oficial del barco, dirige las operaciones de carga con gran eficacia y profesionalidad.
A continuación, asigna su camarote a cada miembro de la expedición. Un marinero se encarga de conducirlos hasta sus respectivos camarotes. (se asignan según las instrucciones dejadas por Moore. Para cualquier cambio deberán hablar con el propio Moore al día siguiente)
(distribución de los camarotes en el Gabrielle)
Los camarotes son pequeños y espartanos, con un mínimo para las literas de los ocupantes y un escueto equipaje. Los exploradores se agolpan entre las estrechas literas tratando de deshacer los equipajes. Los taburetes y sillas que venían con los camarotes se han metido en los salones, donde pueden utilizarse con mayor comodidad. Los cuartos de baño y duchas son igualmente bastante humildes. No hay bañeras en el barco.
El capitán y la mayoría de la tripulación han salido a la ciudad para pasar su última noche fuera. A bordo queda un retén de guardia muy reducido, con Turlow al mando. Lo mismo pasa con los miembros de la expedición. La mayoría apenas deshace las maletas, se cambian de ropa y se ponen guapos para salir a disfrutar de su última noche de libertad.
... Se quedan a bordo
Los pocos miembros de la expedición que no salen a la ciudad se reúnen en el comedor de marineros. (nº 21 del mapa del Gabrielle)
Michael O´Doul aprovecha para escribir varias cartas a su familia en Arizona. Una para su anciana madre de 86 años y la otra a su novia de toda la vida. Planean casarse el próximo verano y montar una granja en unos terrenos de su familia. Quieren tener muchos hijos y vivir felices para siempre.
Longfellow aparece también por el comedor. Le a tocado compartir camarote con Houston y Miles en la popa del barco. Comenta que con Miles en el camarote le cuesta leer. Entonces saca una arrugada revista de uno se sus bolsillos. Es un ejemplar de la revista "Weird Tales" que compró esta mañana en una librería cercana al hotel. Se declara un apasionado de este tipo de lecturas. (O´Doul opina que la revista no es más que pornografía barata)
Charlie Porter toca la armónica desde la litera de su camarote. (el número 17) Lo hace bastante bien. Interpreta antiguos temas sureños.
Samuel Winslow deshace el equipaje dentro de su camarote.
James Starkweather aparece por el comedor un rato después. Se le ve satisfecho y con ganas de salir de puerto. Viste con ropas cómodas, pantalón y camisa, ni rastro del habitual traje con que los exploradores se han acostumbrado a verle estos días. Dice que no puede dormir. Nunca ha podido conciliar el sueño la noche antes de salir a una expedición. Se pasea por el salón como el capitán que fue. (por fin los exploradores tienen ocasión de hablar con Starkweather, seguramente sea la primera vez).
Pasados unos minutos, todos se han retirado a sus camarotes a descansar.
... Se marchan a la ciudad

La mayoría de la expedición decide irse de marcha por Nueva York. Los más atrevidos puede que se pasen por Harlem para disfrutar de la gran oferta de clubes que ofrecen música en directo, con el mítico Cottom Club, o el Savoy Ballroom; o quizás prefieran pasarse por Broadway... las opciones son muchas para los que buscan entretenimiento en la ciudad de Nueva York.
Harlem en 1932.
FUEGO!!
Poco después de las (22h??), los sonidos que producen los trabajos de carga del Gabrielle se ven bruscamente interrumpidos por el sonido de una potente explosión.
Los exploradores oyen gritos, maldiciones, el ruido de portazos y el sonido de pasos apresurados que recorren los pasillos.
"¡Fuego! ¡Fuego!" gritan muchas voces.
Al salir de sus camarotes, los exploradores tropiezan con un miembro de la tripulación que corre hacia la cubierta como alma que lleva el Diablo.
Sea como sea, el marinero continúa su alocada carrera sin reparar en nada.

Desde la cubierta
Desde la barandilla de cubierta puede verse el origen de todo este pánico:
El lugar de los hechos
"Se ha declarado un incendio entre los barriles de combustible que faltaban por cargar en el barco. El muelle entero está siendo devorado por las llamas. Muchos barriles han explotado, esparciendo infernales chorros de combustible en todas direcciones. Las llamas emergen con furia a través de las ventanas del techo del pañol. Lenguas de fuego se proyectan sobre el cielo nocturno. Ríos ardientes de combustible recorren el muelle y caen en cascada hacia el agua, demasiado cerca del barco."
"Tres cuerpos inertes yacen, inmóviles, en el umbral de una de las grandes puertas abiertas del pañol. Se escuchan gritos de dolor procedentes del interior, que se ha convertido en un infierno de humo y fuego."
"Los estibadores corren en todas direcciones, Pero sobre todo hacia la calle. Veis a uno que va dando tumbos con el cuerpo de otro hombre a cargado sobre su espalda. Varios huyen despavoridos mientras intentan apagar las llamas que comienzan a prender sus ropas. Un estibador, cubierto de llamas, se arroja gritando al río."
"La carga de una de las grúas se encuentra al mismo nivel que el costado del barco. Cinco bidones de gasolina suspendidos sobre el río de fuego. Una máquina de hacer palomitas de pesadilla. En la cubierta hay otros quince bidones justo al lado de la bodega número dos, (que tiene el mamparo abierto) y muchos más almacenados abajo." (Ver mapa)
Starkweather llega corriendo. Su cabello está enmarañado y su camisa desabotonada. "¿qué ha ocurrido?", dice, y se queda helado cuando mira desde la barandilla. "¡mi madre!".
(Estos acontecimientos se van produciendo en este orden durante la toma de decisiones por parte de los jugadores. Excepto lo que hace el personaje de Starkweather, el resto de Pnjs deben ser utilizados COMO APOYO en las acciones que estén desempeñando los personajes sobre cubierta.)
1) Aparece el primer oficial Turlow de alguna parte. Suelta una blasfemia y se dirige al puente mientras ordena a los marineros cortar las maromas que sujetan al Gabrielle al muelle.
Starkweather grita "¡moved esos bidones!" (señala los controles del cabestrante) e intenta parar a algunos de los últimos estibadores en fuga. (los que huyen desde las bodegas). "¡Cobardes!", grita, "¡Ayudadnos con esto!". Uno de ellos, grande como un oso, gruñe y acto seguido le suelta un puñetazo que impacta contra la mandíbula de Starkweather que queda ligeramente conmocionado por unos instantes.
2) Starkweather se repone del golpe, mira a su alrededor un momento y se dirige a la válvula de la manguera de incendios más próxima de la cubierta.(y la más cercana a la pasarela) Desde el mismo instante en que acciona la válvula está claro que no puede controlar el potente chorro de agua por si mismo. "¡Ayudadme aquí!" grita Starkweather mientras la manguera amenaza con liberarse de su abrazo y comenzar a serpentear por la cubierta.
(A partir de este turno, %resistencia% FUE 13 de Starkweather contra los 20 puntos de FUE del chorro de la manguera o se suelta como pone en el libro. Sólo hay una oportunidad de ayudarle antes de realizar la primera tirada)
3) (¡Buuum!) Se escucha una nueva explosión dentro del pañol. Las llamas se alzan aún más altas y el fuego sigue ganando terreno. Una oleada de calor abrasador alcanza el barco con fuerza. La cubierta del barco tiembla. El barco se estremece. Una nube de humo inunda la cubierta. El hedor a gasolina que inunda el barco resulta casi insoportable.
4) Llegan Charlie Porter y Samuel Winslow. (este último queda paralizado por el espectáculo y no ayuda demasiado)
Llegan Miles, O´Doul y Longfellow desde sus camarotes de popa.
Llega Willard Griffith.
El resto de esta sección sigue tal y como se narra en el libro.
Los bidones caen
Si caen, (por el motivo que sea) los bidones explosionan produciendo una colosal bola de fuego.
¡¡¡BUUUUUUUUMMMMMMMM!!!!!!!!
"En un destello cegador, las llamas llegan muy arriba, por encima del barco y el almacén. A unos 15 metros de altura sobre el muelle, la bola de fuego se disipa adoptando forma de hongo. (propia de las grandes explosiones). Una abrasadora ola de calor barre por completo la cubierta del barco. (que se escora ligeramente durante varios segundos). Restos en llamas y partes de la estructura del almacén vuelan en todas direcciones y caen sobre la cubierta."
(Todos los personajes sufren las consecuencias de la explosión, dependiendo de lo cerca que se encuentren del lugar de la explosión)
Los que estén en el barco, (sobre la cubierta) pueden caer al suelo empujados por la onda expansiva. (Aquellos característicamente pequeños o particularmente endebles, tienen todas las papeletas). Los que caen al suelo interrumpen cualquier tarea que tuvieran entre manos. (p.ej. soltarán la manguera) El personaje que estuviese manejando la grúa en el momento de la explosión, perderá (seguro) el equilibrio. %suerte o esquivar% para no golpearse la cabeza con algo y perder 1d4 puntos de vida.
Para los personajes que estuviesen dentro del almacén en el momento de la explosión, las cosas pintan mal. Dependerá de la distancia respecto a la explosión (marcada por lo que estaba haciendo en el momento de la explosión. Mínimo 1d4/1d6 puntos de daño), pero, RECUERDA: no es momento ni lugar para que muera ningún personaje. (no resultaría divertido morir por culpa de otro. la heroicidad merece mejor recompensa)
Recuento de bajas
Cuando se haya resuelto el tema de los bidones, el retén de guardia del Gabrielle habrá cortado las amarras y el barco, poco a poco, se irá alejando del muelle. Se puede escuchar perfectamente el ruido de las máquinas funcionando a bajo rendimiento. Suena el silbato del barco. El casco se golpea contra la orilla muelle en su lenta salida. Se escucha un profundo raspar en el casco del barco. (y vuelven a caer al suelo?)
En ese momento llegan varios barcos del departamento de bomberos que dirigen sus chorros de agua sobre el barco. Barren la cubierta apagando los pequeños incendios que hubiera encendidos. (y vuelven a caer o solo se mojan?)
Treinta minutos después de la explosión, mientras un remolcador toma las amarras del Gabrielle, gran parte del techo del almacén se viene abajo. El fuego se extiende sin control por todo el muelle. Desde la calle y desde el río los bomberos concentran sus esfuerzos en evitar que el fuego se extienda más allá del muelle 74. Los vagones de tren se precipitan a las aguas del Río Hudson.
Desde sus posiciónes a bordo del Gabrielle, todos son testigos de la destrucción del muelle. Marineros y miembros de la expedición callan mientras observan cómo las llamas acaban por consumirlo todo. Pronto no quedará nada.
%descubrir% podrán ver las luces de otro barco que se aleja río abajo. James Starkweather se está limpiando el sudor de la frente con un pañuelo cuando descubre las luces. Da un respingo y dice: "por el gran Scott, no es posible!!", Starkweather corre a por unos prismáticos y regresa en un instante. Inmediatamente, reconoce el barco de Acacia Lexington alejándose río abajo.
"¡¡Es el Talahasse, maldita sea!!" grita lleno de furia. Y arroja los prismáticos por la borda en dirección a las luces del Talahasse.
Agita el puño en el aire, desafiante.
"¡¡Bruja!!" "¡¡Lexington!!, ¡¡Venga aquí y de la cara!!, ¡¡No conseguirás detenerme!!"
Starkweather se pone hecho una furia y corre por la cubierta soltando insultos y amenazas. (sigue así durante un par de minutos. hasta llega a tirar cosas en dirección al barco de acacia como si fuera capaz de darles en la cabeza... pero están lejos. Luego se ordena el cabello y se calma un poco)
En menos de una hora el Gabrielle es remolcado río abajo hasta su nuevo amarradero, en el muelle 66. El lado de babor del Gabrielle está dañado y bastante chamuscado.
En el muelle hay un ejército de policías, reporteros y curiosos esperando.
Le hacen muchas preguntas a todo el mundo, sobre todo a Starkweather. Los que hayan participado en la captura del pirómano serán héroes. (también todos los que hayan demostrado su valentía a bordo) Estos exploradores serán entrevistados y fotografiados con Starkweather a su lado. Demostraron "tener lo que hay que tener" y "le echaron agallas en lugar de retirarse", afirma ante los reporteros James Starkweather.

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