Este
es mi resumen del trabajo que hay que hacer el día dos de
septiembre. La idea que tengo es la de desarrollar un poco los
primeros días de trabajo, aprovechando la ocasión para contar
algunas cosas de los compañeros de expedición. A partir del
capítulo tres simplemente mencionaré el trabajo pero poco más. No
quiero que todo esto ralentice demasiado la acción cuando pasen
cosas más interesantes. Hay que reconocer que el tema logístico
puede llegar a ser muy aburrido si no se tiene cuidado. Aún así
reconozco que tiene cierta gracia en la dosis justa. Esta es mi
manera de ver todo esto:
Personal
científico. Material delicado
Trabajarán en el interior del
pañol durante la mayor parte de la mañana. La carga está
almacenada en su interior: cajas, fardos, bidones y palets en
montones de 4,5 metros de altura, alineados desde la zona de trabajo
de la entrada en tres filas, con estrechos pasillos por en medio. La
mayor parte de la carga no es para la expedición SM, sólo unos
pocos embalajes y bidones en la parte norte del pañol tienen acuñado
el nombre de la expedición. Hace mucho frío dentro y está oscuro.
En total son diecisiete cajas,
de menos de 20 kilos cada una, pero abultan bastante.
Charlie
Porter resultará de mucha ayuda a la hora de levantar y
transportar las cajas.
Orgelfinger será toda una
sorpresa y trabajará junto a Charlie Porter y los investigadores.
Demuestra ser un muchacho muy aplicado en el trabajo.
Los profesores Albemarle y
Samuel Winslow no son de los que levantan pesos. (pero pueden ser los
que se den cuenta de los fallos a la hora de la inspección del
material, sobre todo si los jugadores no prestan atención a este
detalle)
Personal
de los aviones. Los Boeing
El personal de vuelo, personal
de campo, mecánicos e ingenieros viajarán en tren a Trenton, Nueva
Jersey, donde los tres Boeing 247 estarán esperándolos en las
pistas de aterrizaje. Tras ser inspeccionados deberán realizarse
varios vuelos de prueba; entonces se desmontarán las alas y
motores, y las demás partes desmontables para ser embaladas y
trasladadas en vagones de tren a Nueva York.
Todos demuestran ser buenos
compañeros además de ser unos trabajadores muy competentes.
Miles, el mecánico, es un
hombre preocupado, impaciente y muy dado a refunfuñar y formular
quejas, a pesar de lo cual forma un gran equipo junto a sus
compañeros Houston y Longfellow.
Houston resulta ser una persona
parlanchina y muy locuaz. Es capaz de narrar sin descanso infinidad
de anécdotas e historias (todas empiezan con un "esto no es
nada en comparación con lo que me pasó en...") sobre
arriesgadas reparaciones de tractores y otros vehículos de granja en
medio de fuertes tempestades con vientos de origen ártico de más de
100 kilómetros por hora. Resulta sorprendente ver como es capaz de
contar todos estos sucesos y a la vez llevar a cabo reparaciones
milagrosas.
Longfellow prefiere refugiarse
detrás de algún motor y en los momentos de descanso permanece
callado.
Halperin es un hombre ecuánime
y tranquilo, siempre dispuesto a jugar con las cartas que le tocan.
Muy competente en su profesión.
Dewitt es algo reservado.
Durante uno de los vuelos de prueba, demuestra su pericia a los manos
ejecutando una serie de bruscas y arriesgadas maniobras. Halperin,
que es testigo desde tierra, palidece por momentos. Después de
aterrizar, el semblante de Dewitt ha cambiado de expresión y en sus
ojos se puede distinguir la pasión de volar que lleva en la sangre.
Gilmour les cuenta que las
quemaduras en su cuerpo se las causaron los lanzallamas alemanes
durante la Gran Guerra.
O´Doul es un hombre
profundamente devoto y religioso. Bendice la mesa y los alimentos
antes de comer, nunca blasfema y demuestra una rígida abstinencia al
alcohol.
Todo esto es mucho trabajo y
llevará todo el día. Llegarán al Hotel Amherst ya entrada la
noche.
Personal
de los trineos. las malditas jaulas
Las jaulas son unas robustas
cajas de madera con barras en la parte frontal, hechas a medida para
que los huskies estén cómodos en el largo viaje al sur. Una
estructura de barras de acero fijada entre el suelo y el techo de la
bodega, evita que las cajas se muevan con el balanceo del barco en
alta mar.
Las jaulas llegan por piezas.
Se trabaja en el interior de la bodega de entrecubiertas número 5.
(el la popa del barco). El mamparo abierto, así que hay luz natural.
Con una llave inglesa y un martillo basta para montar las jaulas.
(son 36 en total).
El equipo de trineos trabaja la
mayor parte de la mañana en el montaje de las jaulas, sin embargo,
los planes no salen como se esperaban. Pulanski comete un error de
libro a la hora de organizar el trabajo (estas cosas pasan) al
decidir montar todas las jaulas sin probar antes a colocarlas entre
las barras de acero de la bodega y cuando llega ese momento se
encuentran con 36 jaulas que no encajan entre las barras del armazón
construido para sujetarlas porque son 5 centímetros más anchas. Por
la tarde, los científicos se unen al equipo de trineos para
recuperar el tiempo perdido. (orden del profesor Moore a la hora de
comer)
A pesar del contratiempo, el
equipo de trineos no pierde el buen humor y hacia la noche el trabajo
estará terminado.
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